Feliz Domingo

A Agustín le divertía hacer enojar a Hernán. Porque con Hernán era muy fácil: tenía tan solo 19 años, era un chico modelo, estudiaba, trabajaba, tenía novia y ningún enigma. Era muy tranquilo y hasta un poco introvertido. Y Agustín, apenas unos años mayor, cada vez que encontraba oportunidad y por puro aburrimiento, lo arengaba a una velocidad de 1000 palabras por minuto diciéndole hasta el hartazgo que era un pendejito sin experiencia y que con su novia no hacía nada interesante.

Hernán perdía su habitual palidez para ponerse rojo de furia y/o vergüenza. Pero luego se olvidaba y cándidamente volvía a darle pie para comerse una gastada interminable. Un día se le escapó decir que su novia se iba de viaje de egresados a Bariloche. ¡Para qué! Agustín con cuchillo y tenedor en mano, se hizo un banquete torturando al pobre chico diciéndole lo cornudo que iba a ser.

Y encima con el descaro de sustentar su afirmación con matemática aplicada:

Hernáaan… tu novia la va a poner mañana, tarde y noche allá. Por fin se va a divertir un poco esa chica. Si no se acuesta con todos, por lo menos se va transar a unos cuantos por noche. Porque calculá que ella puede ir a la disco TODA-LA-SEMANA… y vos sabés cómo están los pibes allá, acordate de cuando vos fuiste, se encaraban a todas las minas todo el tiempo ¿miento? Y las minitas ¡ni hablar! Imaginate, todas las noches en la disco hasta las 8 de la mañana, sacá la cuenta. Con que le dé cabida (mínimo) a 2 por noche, a 10 noches, ya se pasó por la piedra a 20 chabones. Si vos querés hacer lo mismo acá, no llegás jamás a ese número. Primero, vos no tenés chance de ir a bailar todas las noches como ella, y segundo que aunque vayas jueves, viernes y sábado, y por más que te encares a todas las minas que encuentres, incluyendo hasta el más bagarto -mezcla de bagallo y lagarto-, ni en pedo llegás a 20. No te da el tiempo. Es así loco, resignate… es matemática pura”

Lo triste es que Hernán le debe haber creído, porque nunca más mencionó a su novia y por supuesto nadie tuvo el valor de preguntarle nada.

Y Agustín pronto olvidó el tema… ya tenía suficiente con tratar de arrancarle un “sí” a la muñeca de nieve que tenía por novia.

La luz de mi ciudad LISTEN

 

 

 

 

Otras historias

Leitmotiv / Dos galanes / ¡Ojo con las serpientes!

9 pensamientos en “Feliz Domingo

  1. la verdad, tecontaretodo, estoy esperando. Como los cuentos de Raymond Carver, la cosa viene tan bien que me quedé con ganas de más… muy bueno, pero un flaaashhh, pasó rapidísimo. ¿Será que lo bueno, si breve dos veces bueno? Te dejo un abrazo..

    • Creo que la comparación me queda unos cuantos talles grande! Pero acá entre nos, mis textos originales son larguiiiiiiiiiiiiiiisimos, pero tengo a mi propio Gordon Lish que me corre con la tijera =)

      • bueno, tomé un referente que nos haga de faro, jajaja. Cuando vino a mi ciudad, antes de ser hiperfamoso el hombre, yo tenía 16 años, y ni me enteré… ahora lo tenemos como referencia, aunque esté lejos, no importa, nos sirve para seguir andando, y andando, y andando… Abrazo…

  2. Dime de qué te ríes y te diré de qué careces.

    El primer paso para no sufrir estas situaciones es la desconfianza absoluta, entonces nadie te va a venir a decir nada que vos no hayas considerado previamente.

    buen texto

Replica a Andrés Quincoses Cancelar la respuesta